Poner en un recipiente para horno la carne de cerdo, las cebollas cortadas en 4 trozos, los dientes de ajo, las ramitas de tomillo y las bolas de pimienta negra. Cubrir la carne de cerdo y el resto de ingredientes con aceite.

 Introducir la fuente en el horno durante 3 horas a 90º. Después de 3 horas, pinchar la carne con un tenedor y girar suavemente. Si se abre un poco y parece que se podría deshacer fácilmente, retirar del horno. Si aún está firme, mantener la carne en el horno hasta que esté muy muy tierna. Puede llevar hasta 4 horas.

 Retirar la carne del horno y dejar enfriar en el aceite. Este paso se puede hacer con hasta 3 días de antelación, y la carne puede conservarse cubierta por el aceite en la nevera.

 Una vez que la carne de cerdo se ha enfriado lo suficiente como para manejarla, quitar el aceite y dejar escurrir y reservar el aceite.

 Deshacer la carne usando dos tenedores. En caso de haber hecho la carne con antelación, y haberla refrigerado, calentarla un poco en el horno para desmenuzarla más fácilmente (la carne fría es más difícil de trabajar).

Colocar la carne desmenuzada en un tazón y agregar la cebolla y los ajos confitados y picados, junto con 4 cucharadas del aceite, el perejil picado y el tomillo. Mezclar bien y salpimentar. Mezclar de nuevo y probar. Ajustar de sal y añadir más aceite si consideramos que la mezcla ha quedado seca. Pero ojo con no añadir demasiado, el resultado final no debe ser grasiento sino jugoso.

Colocar las patatas en una olla y cubrir de agua fría. Añadir una cucharada de sal. Poner la olla a fuego medio y llevar el agua a ebullición. Cocer las patatas hasta que al pinchar con un cuchillo el centro estén tiernas (unos 20 minutos).

 Volcar las patatas cocidas en un colador. Una vez frías pelar y picar, añadir la mantequilla en cubos, una pizca de sal y pimienta.  Remover y agregar la mostaza. Probar y ajustar de sal y pimienta. Añadir leche hasta que la mezcla quede agradable y suave. Pasar por el pasapuré.

  Poner una capa de la carne desmenuzada en la base de una fuente de horno. Cubrir con una capa de puré de patatas y  alisar la superficie con una espátula. Poner pan rallado y queso parmesano sobre la superficie. 

Hornear a 170º hasta que el interior está caliente y la parte superior crujiente y dorada.